LA POLICÍA DETUVO A CONDUCTOR REBELDE LUEGO DE QUE LOS INSPECTORES MUNICIPALES NO PUDIERAN CONTROLARLO

07-04-2014 -  (diariochaco) - Los controles vehiculares que efectúa la Municipalidad, para sembrar una mayor concienciación en aquellos conductores que circulan alcoholizados y sin documentaciones, se encontraron el pasado fin de semana con un notorio caso de desobediencia civil por parte de un automovilista que no superó el control de alcoholemia y que, luego de 4 horas de “amotinarse” dentro del rodado y resistirse a dejar que el mismo sea secuestrada de acuerdo a lo establecido por el protocolo, debió ser detenido por personal policial obligado a utilizar el último recurso relacionado al uso de la fuerza pública.

Para llevar a cabo este procedimiento enmarcado en sucesivos operativos que arrojaron  la detección de 25 automovilistas y 88 motociclistas infractores, tanto los agentes y funcionarios municipales de la Dirección de Tránsito como la jueza de Faltas, el delegado de Padres en la Ruta y hasta un comisario agotaron las instancias de diálogo con el ciudadano que se resistió durante el mencionado período de tiempo a dejar su unidad utilitaria.

Como primera medida para hacer desistir de su actitud al vecino desaprensivo, se colocó una guardia de inspectores y de personal policial para cerrar el paso ante posibles intentos de fuga. Así, en primera instancia, tanto el secretario de Tránsito, Sergio Almirón, como el director de esa área Ángel Sampayo intentaron en varias oportunidades convencer al infractor que deponga su actitud.

Al ver que la situación no avanzaba, tuvo que intervenir la jueza de Faltas Alicia Gutiérrez, quien requirió al conductor que descienda y acepte la falta. A ello solo tuvo respuestas sin sentido y argumentaciones banales por parte del conductor rebelde, situación que también experimentó en su vano intento Carlos Alabe, de “Padres en la Ruta”.

Finalmente, ya cerca de las 10, arribó una comisión policial de la Comisaría Primera con el comisario inspector Vargas, quien también dialogó con el conductor del vehículo utilitario y le otorgó un tiempo para recapacitar su postura rebelde, la cual no cambió. Así, se agotaron las alternativas que establece el protocolo de actuación en controles de alcoholemia y la Policía utilizó la fuerza pública para sacar de la unidad a ese hombre que quedó detenido.

Vale recordar que dicho episodio formó parte de los rutinarios monitoreos desarrollados por el Municipio y que en el último fin de semana derivó en el registro de 22 automovilistas que manejaban con elevados índices de alcohol, 2 sin las documentaciones respectivas y un remisero que desempeñaba sus labores sin la habilitación municipal. Por esos motivos, sus rodados quedaron secuestrados al igual que los medios de movilidad de 88 motociclistas que no superaron el control de alcoholemia o que no usaban casco ni portaban los papeles que certifiquen la propiedad de la moto.

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