PERSISTE EL GASTO SANITARIO ESTATAL MILLONARIO PARA ATENDER A ACCIDENTADOS DEL TRÁNSITO CAPITALINO

La mayoría de los casos involucra a motociclistas. Hay 700 lesionados por mes

PERSISTE EL GASTO SANITARIO ESTATAL MILLONARIO PARA ATENDER A ACCIDENTADOS DEL TRÁNSITO CAPITALINO

12-10-14 (diarionorte) La situación grave permanece inalterable, con una evolución llana que sostiene las cifras en niveles exorbitantes. Alrededor de 700 accidentados ingresan en el Servicio de Emergencias del hospital “Julio C. Perrando” cada mes. La mayoría son motociclistas jóvenes, menores de 30 años. Las lesiones van desde leves hasta las más graves que implicarán varias semanas de internación en la terapia intensiva del nosocomio y cirugías de alta complejidad. Sin contar estas últimas situaciones, el Estado a través de Salud Pública- debe afrontar estos costos con una inversión millonaria.

La suma de defectos, entre una cultura conductiva que presenta las peores fallas (inclusive el descontrol de los fines de semana) y controles que no alcanzan para el explosivo crecimiento del parque automotor y de motocicletas, pone al sistema sanitario de la capital chaqueña en jaque.

De los 600 a 700 accidentados que recibe la guardia hospitalaria al mes (20 a 30 por día), el 80% son traumatizados leves, la mayoría de ellos jóvenes de menos de 30 años.Cristian Obregón, jefe del Servicio de Emergencias del Perrando, dio cuenta de los 700 accidentados por mes que recibe el nosocomio, con un gasto para su atención cercano al medio millón de pesos.Una alta cuota de heridos son motociclistas.

 

 Pese a variables que modifican la situación diaria que vive la Guardia hospitalaria, hay cifras que se mantienen: entre 600 y 700 accidentados al mes (20 a 30 por día), el 80% de los cuales son traumatizados; entre 3.000 y 4.000 pesos de gasto por cada traumatizado leve, y unos 30 mil pesos por día por internaciones en terapia.

Precisamente en este sector, entre el 70 y 80% de las camas están ocupadas por accidentados. Si se hace el cálculo más benévolo posible, el gasto que debe hacer el Estado por la irresponsabilidad que impera en el tránsito del Gran Resistencia es sideral.

Si esos 600 accidentados de cada mes fueran todos lesionados leves, y la atención de cada uno de ellos demandara una inversión promedio de 3.500 pesos, resulta que a la provincia se le van cada mes recursos por unos 2 millones de pesos. Conviene reiterar la aclaración: sin contar los casos graves ni las internaciones en terapia intensiva, que tienen el altísimo costo diario mencionado en el párrafo anterior.

Tomando ese cálculo de mínima como referencia, la erogación anual por atención de accidentados, hablando solamente del hospital central del sistema sanitario provincial, tiene una base de 24 millones de pesos.

LAS CIFRAS DEL COLAPSO

Si bien el nosocomio hace un informe semestral en el que actualiza la información estadística, lo cierto es que los datos se mantienen en el tiempo. Así, por mes se atienden entre 600 y 700 heridos por accidentes de tránsito, la mayoría de ellos con lesiones leves y menores de 30 años. “Los fines de semana son más graves y la mayoría son chicos jóvenes”, comentó Obregón.

Luego, precisó que las lesiones más comunes que presentan los accidentados son las fracturas en miembros inferiores y superiores. Pero también son comunes y se mantienen en el tiempo las lesiones más graves y de más largo tratamiento como los traumatismos de cráneo y toracoabdominal.

En este punto, Obregón recordó un caso reciente de una anciana atropellada por una moto guiada por una menor de edad. El hecho ocurrió en inmediaciones del barrio San Cayetano, en Resistencia, y el impacto le ocasionó la muerte a la mujer mayor, quien fue atendida en el nosocomio e ingresó con fracturas costales múltiples, y traumatismos de cráneo y abdominal severos.

A la hora de dar cifras de los costos que asume el sistema sanitario público para la atención de estos accidentados, Obregón fue contundente: “Para todos los traumatismos se hacen tomografías. Una tomografía cuesta en promedio 1000 pesos, a los que se agregan otros 250 pesos más por radiografías, además del costo de movilizar ambulancias y enfermeros. En suma, se invierten entre 3000 y 4000 pesos por cada traumatizado leve”, precisó.

Justamente, el 80% de accidentados son traumatizados y politraumatizados, aunque también estos heridos suponen una ocupación del 80% de las camas en terapia intensiva.

EL FACTOR PAGO SALARIAL

“La cantidad de heridos que recibimos se relaciona con ciertos factores. Por ejemplo, aumenta durante los fines de semana, depende mucho también del estado del tiempo y un tercer factor tiene que ver con los días de cobro de salarios”, reveló a NORTE el doctor Cristian Obregón, jefe del Servicio de Emergencias del Perrando y exdirector del nosocomio.

En ese orden, aseguró que el análisis de las causas que provocan mayor ingreso de accidentados los llevó a vincular la ocurrencia de accidentes con los días del mes en que se cobran haberes. Así, hay mayor número de accidentados durante las dos primeras semanas de cada mes, y relativamente pocos en las últimas semanas.

Otro parámetro es también el horario de ingreso y egreso laboral: por lo general, hay más accidentes entre 7 y 9, 12 y 14, y 18 y 20. Son las horas en que la gente se traslada y existe mayor caudal de tránsito por las calles. De ahí que existan más accidentes y consultas por heridos en estos siniestros.

SIGUE LA VIOLENCIA

 “Si hoy tenemos un día tranquilo, mañana seguramente se superarán los 30 accidentados diarios”, marcó el jefe del sector al dar un parámetro de la variabilidad de las situaciones. En ese contexto, algo que se mantiene es la cantidad de ingresos durante los fines de semana de personas alcoholizadas que protagonizaron accidentes de tránsito. Así también, Obregón lamentó que las situaciones de violencia hacia el personal médico y de la Guardia se mantienen.

“La gente no tiene tolerancia a la espera. Justamente los más sanos son los que no tienen tolerancia y los más agresivos”, contó, y dijo que estos episodios se reiteran incluso en las salas de espera de los consultorios externos y cuando se atienden patologías ambulatorias. “Esos son los más agresivos”, marcó. Finalmente destacó el refuerzo en la seguridad privada que tiene el hospital, y la colaboración de la guardia policial permanente.

“La gente no agrede directamente, como era antes que le pegaban a enfermeros y causaban roturas en vidrios”, comentó. En tanto, valoró la ayuda que significó la ampliación de la carga horaria para enfermeros, aunque advirtió que persisten los problemas con respecto a los mucamos.

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